Tunel temporal
Hoy he (re)descubierto la magia de las crónicas costumbristas.
Gracias a unas pocas cuartillas he tenido el placer de sumergirme en la Nueva York de finales del siglo XIX y vivir un día de año nuevo, con todas sus costumbres y tradiciones, con sus excesos y sus defectos, y todo visto con los ojos de un alma bella, sensible donde las haya… y, por supuesto, quiero compartirlo con ustedes. ¿Me acompañan?
Gracias a unas pocas cuartillas he tenido el placer de sumergirme en la Nueva York de finales del siglo XIX y vivir un día de año nuevo, con todas sus costumbres y tradiciones, con sus excesos y sus defectos, y todo visto con los ojos de un alma bella, sensible donde las haya… y, por supuesto, quiero compartirlo con ustedes. ¿Me acompañan?
Vamos pues a leérte, Pelusina.
ResponderEliminarPelusita
ResponderEliminarAño nuevo, casa nueva. Muy grata tu nueva plantila
Pocas cosas más disfrutables, que los viajes literarios. Hay autores que logran, de forma asombrosa, que el lector se sienta en el lugar recreado; pise sus calles y perciba sus olores.
Un beso
Mi Malque:
ResponderEliminarEspero que lo hayas disfrutado!
Marichuy:
ResponderEliminarEs que este principio de año necesitaba un poco de color y divertimento, no crees?
Sip, Marti siempre lo consigue.
Besos!