Semana de examenes.
Hola! Ya se que ando medio perdida de aqui pero he tenido una semanita de emociones fuertes y reclamos muchos de la vida real. Tambien necesitaba un descanso del diario, pero eso es otra historia.
Les cuento, como ejemplo de las pruebas vividas esta semana, que ha aparecido un nuevo gatito en nuestra ventana pidiendo auxilio mas que comida. Es pequeñito, de unos dos o tres meses como mucho, pero arisco y estropeado como si hubiera vivido ya muchos años. Lleva a rastras una de sus patas delanteras, completamente inservible y sangrante por apoyarla de cualquier manera entre piedras y tierra. Le damos comida y leche, es lo unico que nos acepta porque en cuanto nos acercamos un tanto echa a correr como alma que lleva el diablo. Los otros gatos, los habituales, lo dejan andar entre ellos pero no con ellos. Le miran de ese modo extraño en que solo los animales adultos saben mirar a los retoños extraviados de su especie, con un respeto que raya casi en el miedo. Le dejan comer, no acercarse.
Nuestro pecho se encoge con cada maullido y la imagen requeante aparece cada vez que cierro los ojos. Ya no me atrevo ni a anhelar el frescor del otoño porque se que el esta alli afuera, en algun lugar.
Regresare por aqui el lunes... si aun tengo el corazon en su sitio.
¡Buen fin de semana!
tranquila pelusa tomate el tiempo que necesites para continuar leyendo más de ti.. un saludo!! nos veremos!!
ResponderEliminarQuien sabe que le habrá pasado al pobre gatito, ojalá se recupere pronto.
ResponderEliminarSaludos.
Se recuperará bien, ya verás, y poco a poco se hará menos miedosito, conforme se dé cuenta de que ustedes quieren ayudarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Ay, espero que Diana tenga razón! Pobre criaturita.
ResponderEliminarayyy pelusa, pobre gatico, a ver si se acostumbra y viene a comer y se recupera poco a poco, y para ti, descansa que te esperamos, saludos.
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