La honestidad (un premio y una foto)

Proyecto 365, dia 270
Me educaron para ser honesta, para no engañar, pero con el tiempo aprendí que hay mentiras que son necesarias y que la honestidad puede ser tanto un bálsamo sanador como una espada, no menos curativa -en tanto que corta por lo sano- pero siempre dolorosa. Porque en muchas ocasiones duele tanto el ser honestos como el ser receptor de la honestidad ajena; que no siempre nos gusta escuchar criticas, ni siquiera viniendo de quienes sabemos que nos aman.

Me educaron para ser honesta y en esta, mi ágora, lo intento. Intento ser honesta con ustedes y –sobre todo- conmigo misma, pues no creo que haya nadie a quien le haya mentido más en el mundo que a mí. Intento ser honesta cuando hablo de temas complicados, cuando trato de razonar, y lo soy irremediablemente cuando me permito facilismos como el de ayer. Estos son los post que mas me duelen… Son una manera de dejar aflorar a la Pelusa simple, la que deja despreocupadamente que la vida se le escurra en un soplo, y entonces la otra Pelusa, aquella que ama cada instante, se siente objeto de la honestidad de este espejo digital que no sabe mentirle.

La Malquerida, pues, me ha otorgado un premio, el premio a la honestidad… Y quiero pensar que lo merezco, pero me llega el eco lejano de una risita sarcástica que resuena en mi interior y me recuerda que, más que un premio por lo hecho, este es un premio-recordatorio para todo lo que aun me queda por hacer.

¡Gracias Malque!

Y, aunque se que no debo hacer nada a cambio, quiero que la foto que hoy he puesto en mi Fotoblog se convierta en mi regalo agradecido para la Malquerida.

Comentarios

  1. Felicidades Pelusa

    no sólo eres honesta si no prudente y en constante búsqueda de equilibrio.

    Buen elección de la Malque.

    Besotes... voy a ver la foto.

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  2. Gracias Pelusin.

    Iba a tomarte la foto prestada para ilustrar mi post de hoy, un post demasiado doloroso por lo que representa.


    No me atreví, ¿ y cómo, si es un premio a la honestidad y el llevármela sin tu permiso, sería un robo?.

    Lo dejo para otra ocasión, solo quería que lo supieras, no sé, solo quería que lo supieras, ya me voy.



    :(

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  3. A ver, Pelusilla. Primero que nada, me parece que el premio de la honestidad está muy bien dado por la Malque... y es que cualquiera de tus lectores entenderá que no puede ser de otra manera. Sobre el post anterior, todos somos personas y todos estamos formados por muchos colores, como los vitrales, así que es también honestidad dar espacio a esa otra que hay en tus muchas yo. ¡Bien por ello, querida!

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