Tierra de vientos.

Proyecto 365, dia 246

La Tramontana seguirá azotando fuertemente en Girona…”- anuncia desde hace unos días el hombre del tiempo en el noticiero, y mi piel se estremece de alegría cada vez que le escucho. Viento de Tramontana es sinónimo de frío, de invierno venidero, de abrigos y bufandas, de chimeneas encendidas, de chocolate caliente, de todo lo que mi cuerpo agradece. Y en efecto, desde que comenzó a soplar este viento norteño ha caído sobre la ciudad un anhelado aliento de lejanos picos eternamente nevados.

En Cuba tenemos vientos fuertes mas o menos por cuaresma y por cada ciclón o tempestad que aparezca, pero son vientos de los que el hombre huye, vientos sin nombre, sin otra procedencia que la de la misma lluvia que los acompaña con frecuencia. Aquí por el contrario, en estos pueblos marinos, antiguos observadores de su entorno, los vientos son toda una institución. Personalidades prominentes que imponen su presencia. El hombre de estas tierras conoce su fuerza y los respeta, conoce sus nombres, sus orígenes, sus utilidades.

Aparecen los vientos y el mundo se detiene a observar su paso.


Comentarios

  1. Detenerse a ver el viento, ¿será muy dificil caminar contra él?

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  2. ¡¿Ganar dinero es un final "feliz"?!

    quizá por ello exista tanta desdicha.

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  3. Qué bellos nombres de los vientos! Aquí, en Malmö, cuando soplan los vientos helados del norte, el único nombre que yo me sé es "haceunfriodelcarajo!!!!"
    Se te salen las lágrimas, y te pones ligeramente azul.
    Besitos congelados,
    silvita.

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  4. Pues a mi todo eso de los vientos y de los fríos me recuerdan mi lejana infancia, y supongo que ya me estoy haciendo vieja porque solo vienen a mi mente puros recuerdos.
    Aunque déjame decirte que los vientos y los fríos son mis favoritos, el andar arropadita y con los cachetes de manzana es lo que más me gusta.

    Saludos Pelusin.



    mmmmm...


    mmmmmm....


    ¿estás enojadita?...

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  5. NTQVCA:

    Depende de a donde te dirijas.

    Besos

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  6. QUANTUM:

    El dinero no es malo en si mismo, es solo un instrumento para algo. Se convierte en algo dañino cuando hacemos de el un fin.
    En el caso del cuento de Mara, representa un pasaje al mundo de los vivos para su personaje y ademas conseguido de buen modo (si bien no es muy convencional, no deja de ser honrado). No veo daño alguno en eso; como no lo veria si cae en manos de alguien pobre y necesitado, o de alguien que lo sepa utilizar para el bien de los demas.
    No todo es blanco y negro.
    Yo creo que, viviendo en este mundo donde el dinero es lamentablemente necesario y lo seguira siendo por un buen tiempo, en realidad hay mas desgracias alli donde no se tiene el suficiente.
    Saludos y gracias por pasar, aunque sea arrastrando vientos de otros lares.

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  7. Silvita:
    Jajaja! Me ha hecho reir tu comentario. Es cierto que aquí son imaginativos con los nombres de los vientos, pero tu podrias hacer catedra!
    Yo añoro ese tono azulito de la piel… Hoy -¡al fin!- ha bajado a 15 grados por aca. Y yo ya tengo todas mis bufandas en fila!
    Besos!

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  8. Mi Malque:
    No me digas eso de los recuerdos que me haces sentir horriblemente vieja! Yo también tengo últimamente meros recuerdos…
    Ja! Entonces eres bicho invernal como yo!!!
    ……………….
    No, no estoy molesta. ¿Tendria que estarlo por algo? Anda, cuentame…

    Besitos

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  9. Wow! Que buen diseño tiene esa rosa nautica... solo agregar que aca en México hace falta viento... ese viento fuerte y fresco que sabe a mar y a humedad... porque hace un calor horrible.

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  10. Pelusita... no entendí que danzón bailé por acá... que... mejor no prgunto... Pero bueno, el viento de La Habana es como todo por allá, en demasía, como el calor o como la humedad, yo recuerdo en el FOCSA ese sonido, y era casi un himno de rebeldía, me daba mucho miedo... de más está contarte el de la tormenta del siglo... ¿te acuerdas? Pero el viento del norte, ¡ah! ese sirve para cambiar las gigantes páginas del libro de nuestras vidas, nos anuncia que pronto empieza otra blanquiiiita, y eso, siempre es esperanzador. Me uno al club de las osas invernales.
    Besitos.

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  11. ¿Qué puedo decir? La rosa de los vientos es un símbolo muy preciado, si no para saber a dónde dirigirme, al menos para darme cuenta cuáles aires traen los aromas que me gustan....

    Yo soy más afecto al clima cálido, aunque conozco mucha gente nativa de los trópicos que añora la nieve y el frío más que la canícula. Será que en mí hay más de una gota (o mezcla) de sangre insospechada... ;)

    Besos.

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  12. Morinakemi:

    Verdad que es lindo el diseño? A mi también me gusto. Estaba en uno de mis libros…
    En Mexico recuerdo alguna semana santa que habia poca gente en la ciudad y hubo mucho viento durante un dia o dos. Nunca vi el cielo tan limpio como en esos dias! Desde mi casa, en teoria, se debia ver el Popo, y esa fue una de las pocas veces que pude verlo. (Otra fue justo el dia antes de mi partida, a modo de despedida)
    Un abrazo!

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  13. Mara:

    Claro que me acuerdo del paso de la corriente del Niño por alla! Aquello cambio mi vida. Cuando eso, yo trabajaba como voluntaria en el comedor de los constructores del hotel Cohiba. Recuerdo que el dia antes, un ‘viejo lobo de mar’ devenido carpintero me llevo a una ventana del comedor desde la que se veia el mar y me mostro su calma: “Es como un plato – me dijo-. A eso le llamamos entre los marinos ‘calma chicha’. Mañana sera el acabose.” Y recuerdo al dia siguiente haber llegado hasta Linea camino al trabajo y no poder pasar de ahí. El mar habia tomado la ciudad!
    Yo vivia en Lawton, y alla –mas bien lejos del mar- los vientos eran por lo general muy gentiles, salvo en la temporada ciclonica. Me imagino que en el Focsa debe haber sido impresionante.
    ………………
    El baile fue mas bien un danzonete… ‘prueba y vete’, jeje
    Nada, que a tu paso los vientos se alborotan y esta vez llegaron hasta aca.

    Besos!!

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  14. Ivanius:

    La Habana es una ciudad orientada al mar. Por eso uno sabe mas o menos donde esta el norte, pero los puntos cardinales para los cubanos –para los habaneros al menos- no forman parte de la cotidianidad. Eso, el saber orientarme de acuerdo a ellos, fue uno de los regalos de tu ciudad para mi. A los vientos, recien los encuentro…

    Aquí ya ves que tenemos un club de osas invernales, con el decir de Mara. Sin embargo, aceptamos de vez en cuando y con mucho gusto la inmersion de calidas brisas si vienen acompañadas de tus buenas palabras.

    Un beso!

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  15. Coincido con Silvita: ¡qué bellos los nombres de los vientos! Y sip, como ya se dijo por aquí, me gusta el hecho de ponerle nombre a los vientos, cosa no tan usada por acá, salvo El Norte en Veracruz, que hay que ver cómo sopla... lindo post, Pelusilla.

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