Proyecto 365, dia 84: Remedios contra el viento fuerte.


Una vez lei en un estudio muy exhaustivo de los signos astrologicos que las mujeres Capricornio buscabamos, por sobre todas las cosas, seguridad. El trabajo, el amor, la salud, los ingresos, todo iria bien en nuestra vida si encontrabamos cierta seguridad en ello. Las capricornianas, por demas, somos mujeres fuertes, trabajadoras y coquetas. Si hacemos algo, lo hacemos bien y nos gusta el reconocimiento como pago a un trabajo bien hecho, aunque este haya consistido en cuadrar un complejo libro de contaduría, en hacer una comida o en peinarnos y vestirnos para una fiesta.
Mientras mas leia las razones expuestas en el libro, mas me convencia de que era cierto, y encontraba una justificación ideal para mis amores rotos, mi aficion a las portadas fashion y mi insostenibilidad laboral. Y asi he vivido desde entonces, tratando de hacer lo correcto y encontrando –mas que buscando- la seguridad en cada paso importante que he dado, sin tener peores momentos que aquellos en que no logro ver claro el terreno en el que he de posar seguidamente el pie que ya tengo en el aire.
Pero el mundo ha cambiado en estos años. He visto derrumbarse las torres gemelas, desaparecer lagos y bosques enteros, entrar volcanes en erupcion, ensuciarse el cielo sobre mi, temblar el suelo bajo mis plantas, contaminarse el agua, difundirse epidemias mortales, comenzar guerras interminables, hundirse Wall Street, bajar el precio del dólar, tambalearse el mercado internacional, dispararse el desempleo, bajar los salarios, subir los precios… La seguridad ha muerto para siempre.
Ha llegado, pues, el momento de lamentarnos: ¡Pobres capricornianas en este mundo incierto! Sin embargo, mi lamento hoy es diferente: ¡Pobres aquellas –no importa de que signo- que no han visto una primavera, que no han tenido cerca un diente de leon para aprender que, aunque el viento sople fuerte y nos haga perder, mas que el peinado, toda la cabellera, no habra una flor mas hermosa que la nuestra!

Comentarios

  1. Jajajajaja! No sé si sabes que yo soy una capricornia, así que esta entrada me cae como anillo al dedo. El caso es que en la primavera, en los trinos, en las tardes largas y un poco ventosas, en el regreso de los colibríes a mi balconcito, y en los colores, hay más seguridad que en el dólar y en Wallstreet, pero sólo las capricornias lo vemos, jejejejejejeje. Un beso.

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  2. Me alegra, Mara, que compartamos tambien el signo... (Los astros influyen pero no determinan. Nosotras lo sabemos!)
    Besos

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  3. Me gustó. Y no sólo por recordarme a dos capricornianas próximas y queridas, sino por la revelación bloguera de que bajo este signo ya son cuatro.

    Un abrazo.

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  4. Pos... gracias, Ivanius. Me gusta que te guste y que ya seamos cuatro
    Otro para ti!

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