¿Cómo ayudar?

Hace unos días, un amigo nos preguntaba de qué manera él podría hacer algo para ayudar. Ayudar, así, en general. Y tenía razón en preguntarlo de esta forma tan abstracta, porque hay tanto por hacer para mejorar este mundo que por cualquier lugar que se empiece ya es una ayuda. Sin embargo, nuestra condición de seres humanos finitos nos obliga a concretarnos. 

Crédito de imagen
La primera respuesta que me vino a la cabeza en ese momento fue «ayuda a los demás.» Claro que esto no deja de ser tan abstracto como la pregunta, pero es más fácil de entender de lo que parece, y además, resulta una ayuda «de ida y vuelta.» Cuando estés preocupado por algo que no puedes solucionar, cuando andes depre, cuando te sientas de alguna manera negativo, sal por un momento fuera de ti, pregúntate qué necesitan los demás que te rodean y haz lo que puedas por ayudarles. Como decía Dickens: «Nadie es inútil en este mundo mientras pueda aliviar un poco la carga a sus semejantes.» Les aseguro que es completamente gratificante.

Las otras respuestas que se me ocurrieron, mucho más concretas, son cosas que están en nuestras manos y de cuya importancia, por su sencillez, no siempre tenemos conciencia: 
  • Reciclar: separar la basura, depositar las baterías donde corresponda, no tirar el aceite usado por el desagüe...
  • Consumir con responsabilidad. Es decir, no comprar lo que no sea necesario. Lo bello también es necesario, por supuesto. Lo que conviene preguntarse si son necesarias son las ofertas de última hora, las modas, los antojos a los que nos lleva la disposición de los artículos del mercado...
  • Usar con medida los recursos a nuestro alcance: la electricidad, el agua, el papel, el combustible, etc.
  • Dar una limosna, dar una moneda a quien la pida, siempre que se tenga, claro. No es cosa de arruinarse; por una moneda no seremos más ricos ni más pobres. Y no hay más que pararse a pensar en lo difícil que sería para nosotros tener que pedir limosna. Lo que haga el otro con la moneda, eso no es asunto nuestro.
  • Ayudar a los animales: Pan viejo a las palomas, un recipiente con agua a los perros callejeros... Cualquier pequeño gesto de nuestra parte puede facilitarles la vida. No vivimos solos en este mundo. 

No es cuestión de hacerlo todo cada día. Incluso una sola cosa que hagamos, ya es ayuda. Hay algo más que sí podemos hacer a diario, que no nos genera ningún gasto ni siquiera de tiempo ni energía, y es evitar colaborar con la negatividad. No se trata de andar de optimistas por la vida, pero ya hay suficiente oscuridad en el mundo como para prestarnos a ser sus agentes. ¿Qué ganamos con andar propagandizando todo lo malo que pasa? Para eso están todos los medios de comunicación, ¿o no? Mejor si ayudamos a los otros a ver lo positivo de nuestro entorno, o cómo podemos colaborar a hacerlo más hermoso, más creativo, en fin, más positivo. Es el poco de luz que podemor aportar.

He dejado para el final quizás lo más importante, porque no hay nadie en el mundo que lo pueda hacer en tu lugar, y es hacer lo que sabemos hacer. Eso. Si tienes un don, úsalo. Si sabes escribir, escribe. Si sabes cantar, canta. Haz lo que sepas hacer, que para algo tienes ese conocimiento. Y si no sabes hacer nada, que lo dudo, aprende algo nuevo. Daño no te hará, crecerás, te superarás y podrás ser más útil. 



Licencia de Creative Commons

Comentarios

  1. Muy buena aportación, puede parecer muy fácil ayudar pero son tantas las necesidades que se requiere una guía para comenzar.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Miss Paranoia, muchas gracias por tu comentario. De eso se trata, precisamente, porque yo misma tuve estas dudas no hace mucho y pensé que, lo mismo que para mi amigo, para otros sería esta mini guía de utilidad.
      Saludos!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares