Del renacimiento del mundo (gracias a la Malquerida)

Después de la inocentada que nos jugó ayer la Malquerida, y en la que caímos todos sus lectores, esta amiga me hizo el honor de mencionarme en su texto de hoy, afirmando sobre mí, con esa forma única de describir que le es propia, que “respiro libros así como si se fuera a acabar el mundo”. Y esto me alegró mucho –por la mención- y al mismo tiempo me dejó pensando…
¿Por qué leo? ¿Por qué leo así como lo hago: a veces un libro tras otro, a veces sólo un libro en varios meses? ¿Tengo acaso un método para leer y, en todo caso, es necesario tenerlo? ¿Por qué enumero meticulosamente mis lecturas, suspirando por lo lejos que estoy siempre de esa meta ajena de leer 50 libros al año? ¿Por qué, paradójicamente, suspiro también por el poco tiempo que le dedico a cada libro cuando quisiera leer con todo cuidado cada página hasta haber extraído de ella todo el zumo? 
No se asusten, no pienso responder a todas esas preguntas porque, de hacerlo así, este post no tendría fin… y en definitiva no creo que podría. Yo misma me planteo estas cuestiones y las dejo reposar, sin intentar buscarle una respuesta al instante. A veces la sedimentación de las preguntas es lo que aporta las más claras respuestas, suponiendo que estas sean realmente necesarias. 
En fin, les cuento todo esto para ilustrarles de algún modo cómo estaba mi cabeza hoy al sentarme a leer, sin anotar además la exaltación de mis manos creadoras ante una idea nueva que encontré y que algún lugar en el fondo de mi cerebro está trabajando sin cesar para encontrar la forma de llevarla a la práctica, ni tampoco el entusiasmo que me provocan los nuevos proyectos –propios y ajenos-, y que me tienen siempre como sentada sobre carbones ardientes. 
Pero me senté a leer, a pesar de todo lo anterior, un libro que hoy en la mañana califiqué (sin pelos en la lengua) de academicista y aburrido. Tuve que insistir mucho para concentrarme, porque mi cabecita estaba como en ebullición y mi cuerpo no se quedaba quieto; tuve que leer varias veces cada párrafo y releer cada oración de mil maneras hasta que de pronto, no sé en qué momento, algo cambió y ya no existió para mí más que aquello que estaba emanando de aquel libro… Cuando por fin lo cerré en la página en que lo retomaré mañana, el mundo reanudó su marcha. Casi pude escuchar el chirrido de las máquinas (re)poniéndose en funcionamiento. Mi cerebro volvió a entrar en ebullición, regresó la inquietud a mi cuerpo. Todo parecía igual que antes pero, al mismo tiempo, ligeramente diferente. La lectura había hecho su magia. 
Ahora puedo afirmar a dúo con mi Malque que sí, que leo como si se fuera a acabar el mundo porque en realidad cada vez que leo el mundo se acaba, pero sólo para renacer en una versión casi igual aunque, por suerte, mejorada.


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Comentarios

  1. que puedo decirte, o escribirte, jajajajaja, eres muy disciplinada, cuando un libro me saca de mis casillas y me cuesta mucho retomarlo, lo intentaré, al parcer funciona, tengo un par por ahí, supuestamente son clásicos, pero no puedo digerirlos ;-))

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  2. Voy a escribirte algo que pienso: Me falta mucha disciplina para leer. En ocasiones quisiera ser como tú para devorar y devorar libros pero prefiero ponerme a escribir o hacer cosas y en las noches cuando me pongo a leer algo, caigo en esos momentos en el sueño profundo que no alcanzo cuando el insomnio se apodera de mi jeje ya estoy dramatizando.

    Lo que quiero decir es que shhh! Pelusa a veces quisiera ser como tu de disciplinada, de creativa pero me gusta mucho mi blog y el tiempo que tengo se lo dedico a él. Nunca pensé que después de tanto, iba a encontrar algo que me fascinara mucho. Tengo un amigo que me dice que debo leer para ampliar mi vocabulario y eso trato de hacer pero como casi no hablo con nadie pues no tengo con quien practicar jeje.

    Te voy a decir otra cosa, cuando TÚ me dijiste que era buena me sentí importante, si tu lo dices que en eso de escribir sabes entonces me sentí orgullosa de mi y de conocerte je.

    Y ya, es lo que quería que supieras.
    Después de tanto tiempo sigues en mi camino Pelusina y eso lo agradezco mucho.

    Te quiero mucho y te pido por favor le des mis saludos a G, y ten por seguro que si el libro se hace., me sentiré muy orgullosa de que él haga el prólogo, ¿se puede pedir algo más? no.

    Gracias Pelusina, un beso.

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  3. Vilma, a alguien que sabe un idioma tan dificil como el checo, no le creo que no se pueda concentrar! jajaja! Besos!

    Mi Malque: A mi tambien me gusta mucho tu blog y me alegra sobremanera que hayas encontrado en el una fascinacion que seguir en la vida. No importa que solo haya llegado ahora: si sigues la luz, llegaras al final del tunel. Y si, es bueno que leas mas, no solo para aumentar el vocabulario (que nos hace falta a todos). Y no digas que no tienes con quien practicar... ¿y todos tus lectores??? :)
    Eres buena, Malque. No lo dudes. Y si tienes una oportunidad delante, aprovechala. No se presentan muchas y luego puede que te arrepientas.
    Saludos tambien para ti de parte de mi G. Y dice que si, que cuentes con el para el prologo. :)
    Hay amistades que son para toda la vida. Gracias por estar ahi!
    Un beso grande!!!!!

    Saqysay: Saludos!

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