Me pregunto si ellos lo sentirán. Yo puedo casi verlo y no me ufano de ser especialmente sensible. Las plantas se apartan a su paso. Los árboles se estremecen y callan. Las más pequeñas briznas de hierba se quedan quietas, temerosas. Quisieran ser invisibles, lo sé, lo siento. Quisieran pasar inadvertidas ante su mirada. Ellos avanzan con sus botas enfangadas, sus sierras apagadas, sus voces despreocupadas, y una mezcla de temor y odio se va levantando a su alrededor. Me pregunto si se dan cuenta del silencio profundo que los acompaña, de cómo hasta la tierra se resiente de soportar su peso. Pero no, no lo creo. De saberlo, temieran.
:( temieran y quizá, se compadecieran.
ResponderEliminarPero no saben, Miriam. Y no se compadecen. :(
ResponderEliminarterminaremos destruyendo todo, un día todos se esconderán y no los volveremos a ver y lamentaremos pero no volverán
ResponderEliminarSi es que sobrevive alguno, Christian, y si sobrevivimos nosotros.
EliminarUn destino muy oscuro si, pero al final veremos la Luz, aún hay esperanza.
EliminarAuch! Miriam, sé que hay quienes lo dudan. :(
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