De cómo estirar una buena lectura.

"Si uno corre, el tiempo corre. Uno grita y aúlla, y rueda y brinca, y de pronto el sol se ha ido, y se oye la sirena, y uno vuelve a casa a cenar. Cuando no miras, ¡el sol se escapa detrás de ti! ¡El único modo de detener las cosas es mirarlo todo y no hacer nada! Un día puede estirarse así como tres días, sí, ¡sólo mirando!" 
Fragmento de El vino del estío, de Ray Bradbury

*  *  *

¿Cómo pueden emplearse tres semanas completas en leer un pequeño libro de apenas ciento veinte páginas? He ahí la cuestión.
Ciento veinte páginas, estarán de acuerdo, se leen en un santiamén. Sobre todo si están bien escritas, si el texto es fluido. Aún más si el tema es interesante, motivador. Especialmente si la belleza y la sensibilidad emanan de cada palabra, de cada imagen empleada por el autor.
Hace unos pocos años, de hecho, me hubiera sorbido un libro como este en media tarde de un tirón. Con interrupciones, no hubiera pasado de una buena noche de lectura. Es lo normal, dirán. ¿Qué ha pasado esta vez, pues?
Sucede que creo que el libro es tan pero tan bueno, tan pero tan disfrutable, que no quería que se acabara nunca. 
Y lo estiré. Lo estiré todo lo que pude. Leía una página o dos, no más, y no volvía a abrirlo hasta que todas las buenas sensaciones e impresiones que me generaba no habían comenzado a desaparecer; y a veces me duraban dos, tres, hasta cuatro días tan frescas como si hubiera acabado de leerlo. Cuando, por fin, comenzaba a menguar su fuerza buscaba el fragmento, lo releía y presenciaba el milagro de verlas florecer una vez más. 
Decidía entonces, en un intento de eternizar tan buenos momentos, compartir lo encontrado con ustedes o leérselo en voz alta a mi G, porque no hay mejor manera de incorporar algo, de volverlo parte de tu cuerpo, carne de tu carne, que compartirlo con el mundo.
Por eso hoy estoy aquí, para decirles que El vino del estío de Ray Bradbury, es uno de los mejores y más hermosos libros que he leído nunca, de esos que conviene tener cerca para no perder el rumbo, para no olvidar qué es lo verdaderamente importante en la vida. Un libro recomendable para todos, absolutamente todos los lectores.



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Comentarios

  1. Pelusa
    gracias por el comentario lo voy a tener en cuenta un beso enorme
    Carmen

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  2. Gracias por la recomendación, a veces eso es lo que me molesta en el grupo, que los cronogramas están hechos para leer sin pensar, sin meditar y sin digerir. Entiendo que hay personas que pueden dedicar una tarde entera a leer, pero hay otros que sólo podemos acercarnos a los libros una o dos horas :(
    Besos!

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    Respuestas
    1. Miriam, a mi a veces me parecen largos, a veces cortos. Depende más bien de cómo ande yo, y del libro. Este en especial se puede leer muy rápido, pero se corre el riesgo de perder mucho de su belleza y su menseja.
      Besos!

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    2. Pelusa, ahora me doy cuenta lo difícil que es para el que elabora los cronogramas, dstribuirlos de manera que no sea ni muy largo ni muy corto. Para mí la mayoría de veces ha sido muy corto, me gustaría un poco más de tiempo, jajaja. Pero claro, eso depende también del tipo de lectura y de motivación.
      Besos!

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