Reseña: El juego del ángel, de Carlos Ruiz Zafón.

Esto de hacer reseñas se convierte a veces en una batalla interna con mi conciencia. No me gusta hablar mal de ningún libro. Yo misma no he escrito ni uno, ¡qué digo un libro, ni siquiera un cuento!, y esto de hilvanar una historia de principio a fin me parece tan mágico como el enlazar sonidos y crear una bella melodía. Pero tampoco disfruto quedarme atragantada con mis propias ideas y no decir mi opinión. Cuando hago una reseña trato de ser lo más sincera posible y exaltar siempre los valores que encuentro en lo que leo. Y si hay algo que no me gusta lo digo igualmente, aunque me duela. Dicho esto, y con la conciencia un poquito más tranquila, los dejo con una nueva reseña. 

 Aviso a los amigos de Pretextos: 
Si no han terminado el libro, ¡no sigan leyendo esta reseña! 

Ayer terminé de leer El juego del ángel, de Carlos Ruiz Zafón. Es la segunda obra de una tetralogía ubicada en esta ciudad de Barcelona que tanto admiro. El primer libro de la saga, La sombra del viento, lo leí hace años ya, en México, y quedé fascinada por la historia, la forma de escribir del autor y la magia que transmitían aquellas páginas. En ese momento soñé con visitar un día Barcelona y recorrer esos lugares que me parecían misteriosos y encantadores. No podía imaginarme que tiempo después estaría precisamente aquí, en la Ciudad Condal, leyendo una segunda parte del libro que tanto me había gustado. 

Segundas partes -dicen- nunca fueron buenas. Lamento decir que El juego del ángel, en mi opinión, no es la excepción a esta regla. Hay que reconocer que tiene un principio más que prometedor (el primer párrafo es sencillamente genial), y que el autor no ha perdido su buen oficio. El texto destila ironía, lo que es de agradecer, y al menos en su primer tercio está lleno de frases, ideas y diálogos casi dignos de ser enmarcados. 

Luego la trama se vuelve un tanto aletargante, se enreda, da vueltas sobre sí misma. Plantea algunos misterios para los que no ofrece soluciones, y las que encuentra para otros terminan siendo facilistas (me hizo recordar a Ana de las Tejas Verdes, cuando comentaba sobre su amiga Diana: “pone demasiados crímenes en sus cuentos. Dice que las más de las veces no sabe qué hacer con los personajes, de manera que los mata para librarse de ellos."). 

Un par de diálogos intentan darle profundidad a un tema que recuerda en exceso a Mann, Göethe o Bulgakov, y que quizás por la comparación que inevitablemente se genera, se siente que queda demasiado grande en un libro como este. No es de extrañar que al final el lector se pregunte, como lo hacía hace poco una amiga: "Bueno, ¿y ahora qué?". 

Habría que leer la tercera parte de esta saga a ver si se aclara todo un poco más, pero como bien dice el autor en una de las mejores ideas de esta obra: "en cada libro hay un poco del alma del que lo escribe, y del que lo lee", y yo no estoy segura de querer dejar otra parte de mi alma (y de mi tiempo) en algo así. 

¿Lo mejor del libro? Que esta vez pude disfrutar de una lectura "visual" de la ciudad en la que se desarrolla. Ahora que conozco Barcelona, que he paseado por sus calles miles de veces y hasta he estudiado un poco de su historia, pude seguir todas las menciones geográficas de la obra y entender mejor las diferencias entre las clases sociales de los personajes de acuerdo a los lugares donde vivían o donde frecuentaban. 

¿Lo recomiendo? Bueno, ¿qué decir? Es una lectura fácil y entretenida. Hay misterios, coqueteo con lo sobrenatural, amores, desventuras... No dudo que a mucha gente le guste. 


Como epílogo, les comparto otra buena frase de esas que abundan en este libro: 

"Ustedes sabrán en qué desperdician el tiempo y el dinero. Yo me quedo leyendo, que la vida es breve." 


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Si quieren leer mi reseña de La sombra del viento, una de las primeras que escribí en este Diario: click AQUI

Comentarios

  1. Pelusilla...Esta misma opinión la he leído antes: el principio promete, pero el libro no cumple... Tendré que leerlo para poder opinar XD

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    1. Esa decision ya corre por tu cuenta y riesgo, querida Emma. Despues no digas que no te avise! :D
      Besos!

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  2. Pelusa, me enganché tanto con las últimas páginas que tuve que terminarlo de una vez :)
    Me parece que el encanto o desencanto de una lectura, radica en las expectativas que tenemos antes de leerlo, yo realmente no esperaba que uno fuera mejor que el otro, simplemente deseé que fuera tan entretenido y me hiciera desear concluirlo para saber el final, como había sido el anterior y lo logró, lo terminé antes de tiempo!!!
    Claro que yo no soy una lectora muy exigente :P
    Saludos!

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