Entre Maria Antonieta y la Triple Alianza.

Proyecto 365, dia 168

De que me gusta la historia estoy segura, pero ¿que es precisamente lo que me gusta de ella? Me encanta leer biografías y novelas históricas, pero es un hecho que no tengo buena memoria para las fechas y ni siquiera para los nombres. Dentro de mi cabeza hay una amalgama bien pintoresca de épocas y personajes, a la que no logro –no es que lo intente mucho- darle un sentido coherente, una linealidad, un antes y un después.

Cuando terminé de leer, por ejemplo, la alucinante biografía de Maria Antonieta, tenía una idea muy clara del siglo XVIII francés o al menos de una parte… pero tengo memoria de teflón: pregúntenme ahora cuándo comenzó el Apocalipsis por allá y sería incapaz de responder. Ni siquiera tengo clara la historia de mi propio país –a lo mejor por eso disfruto tanto leyendo a Martí, porque con sus textos siento que me voy empapando de un espíritu que debería corresponderme por naturaleza y del que he estado alejada toda mi vida.

Sucede que, leyendo una vez mas a Carpentier, me encuentro una ligerísima alusión al “pistoletazo de Sarajevo, seguido de los disparos que, en el Café du Croissant en Paris, mataron a Jaurès (…) El 2 de agosto era la movilización general, y el 4, la Guerra…” Y ahí me quedo yo pasmada: “¿Qué guerra es ésta? ¿Quién es ese Jaurès?”. Y cuando me aclaran que el pistoletazo de Sarajevo fue disparado contra el Archiduque Francisco Fernando de Austria y que esto sirvió de detonante para la Primera Guerra Mundial, que Jean Jaurès era un político francés primero de orientación socialista pero que luego abogó por el pacifismo y el NO a la guerra –lo que le ganó el segundo famoso pistoletazo-, y que Carpentier no aclara nada porque son hechos sumamente conocidos y él suponía que sus lectores supieran de qué estaba hablando, me doy cuenta cabal de que no tengo la más mínima idea de historia y de que, quizás, cabría replantearme mis aficiones.

Me lancé a buscar en Internet información sobre la primera guerra, sobre los “sumamente conocidos” pistoletazos y me encontré con que muchos fragmentos de esa historia –entre los que me resuenan nombres como del Zar Nicolás II, Lenin, Trotsky, la Triple Alianza- ya están en mi cabeza de alguna forma, flotando sin encontrar su ubicación en esa barahúnda de personajes y eventos sin fechas ni nombres a la que llamo “mi memoria”. Y entonces los coloco cuidadosamente en su lugar y trato de fijarlos ahí, los aprisiono entre otros de nueva adquisición, pero no tengo como asegurar que no volverán a moverse a su antojo dentro de poco tiempo, justo cuando mi atención deje de estar sobre ellos y se dirija hacia otro punto de interés…


¿Cómo le hacen esas personas que tienen todo tan bien organizado dentro de su cabeza, que hablan de su memoria como si de un armario lleno de gavetitas con etiquetas se tratase? ¿Dónde venden esos armarios? ¿Alguien puede decirme?

Comentarios

  1. Yo no sé de ese orden, pero sí diré que una memoria ecléctica y abigarrada puede hacer brotar datos sorprendentes de pronto, que quizás no sirvan para hacerse pasar por culto, pero funcionan como buen aderezo para una conversación entre amigos. Yo, al menos, leo para ser buen conversador. Y a veces lo logro.

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  2. Pelusa

    Lo mismo me he preguntado; creo -o creía, a estas alturas ya no sé- tener buena memoria, pero muy dispersa... como soy yo.

    Un día deberías -perdona la intromisión- platicarnos algo de esa alucinante biografía de Ma. Antonieta.

    Un beso

    PS Ese Libro de "El discurso del Método" tiene sello de Siglo XXI Editores. Uy todos los días paso por la sede de esa Editorial acá en la Cd. de Mëxico.

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  3. Ups, puse "Discurso del Método", en lugar de "Recurso del Método"; usted perdone dispersa y además viendo mal, je.

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  4. ¡Pelusilla! Otra cosa en común... me encanta la historia, pero de pronto, soy malísima con nombres y fechas. Eso sí, supongo que con los años, más que elementos de conversaciones como Ivanius, he logrado ir trazando un poco de mi propio mapa de la historia, que supongo no es poco. Te mando un besazo desde mis casi terminadas vacaciones...

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  5. Ivanius:

    Si yo no lo digo porque quiera parecer culta ni mucho menos. Es solo que a veces me molesta la facilidad con que olvido datos que creia firmemente grabados en mi memoria –lo que a veces me ha traido no pocos traspies publicos, porque suelo decir lo primero que pienso de un tema y casi siempre equivoco el dato (te acuerdas de cuando envenene a Platon con cicuta?)-, y no deja de maravillarme la capacidad de algunos pocos para mantener un archivo bien organizado y localizable en su memoria…
    Yo soy buena oyente, no me atreveria a decir que soy buena conversadora…
    Un beso!
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    Marichuy:

    Cuando lo lei, publique en el blog una de esas reseñas-comentarios-invitacionesalalectura que suelo escribir sobre los libros que caen en mis manos. Si buscas en la barra superior del diario el espacio de bibliografía, encontraras un link directo a ese post.
    Te perdono encantada el desliz, que mas que desliz es casi telepatia, porque justo leyendo el Recurso… estoy pensando en releer el Discurso… tienen mucho que ver, cada cual a su manera, claro!
    Besos!
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    Paloma:

    De nuevo te ganas mi admiración. Si pudieras darte una asomadita al mapa de la historia que tengo yo montado en mi cabeza, te sorprenderias de ver cenando juntos a Aristóteles con Napoleón o algo similar…
    Como que ya terminan tus vacas???
    Un besote, querida.

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