Proyecto 365, dia 111: Pensandolo bien... (III)

Ver la tele engorda. Esa es una de las razones por las que no me gusta sentarme mucho tiempo frente a ella. Cuando era niña, sobre todo en las vacaciones, mi tendencia a engordar era preocupante y estoy segura de que la causa estaba en aquellas largas tandas sin moverme frente al televisor.
Pero, ¿acaso se puede ver gratamente y durante largo tiempo la tele sin comer algo? Allá y en aquel entonces no se estilaba comer rositas de maíz (popcorn), siempre fueron consideradas ‘comida de bobos’. Era la época de las vacas gordas y la ausencia del popcorn, lejos de ser una restricción, era una puerta completamente abierta a la imaginación.
Mi padre era el encargado de mis meriendas televisivas y se preocupó siempre de alimentarme bien, porque ‘la etapa del crecimiento es la más importante’. Lo que recuerdo con mas cariño eran los panes que me preparaba con medio kilo de jamón y dos barras gruesas de queso crema, aunque he de reconocer que tampoco le quedaban nada mal cuando le ponía masitas de cerdo fritas en lugar de jamón; de postre, un poco mas de queso con dulce de guayaba. De la bebida me encargaba yo misma: una lata de leche condensada mezclada con una de malta o de refresco de cola era mi combinación preferida. ¡Delicioso!
En los días en los que mi padre no estaba en casa para prepararme aquellas meriendas, era mi hermano quien me deleitaba con sus últimos inventos culinarios que casi siempre consistían en una variación de la clásica tortilla de huevos combinada con mango, plátanos o piña, e incluso con la leche condensada que tanto me gustaba, siempre acompañada de pan con queso crema, por supuesto.
Incluso había momentos en los que no había nadie cerca a la hora en que mi estómago comenzaba a pedirme alimento. Para esos casos de emergencia, siempre tenía a mano un sobre lleno de galletitas dulces a las que invariablemente agregaba mi tan amado queso o un poco de mayonesa y azúcar (esta última mezcla de mi propia invención). Podía comerme un kilo entero de galletitas de una sentada, ¡lo aseguro! Eran tan sabrosas…
Por suerte ya no me siento tanto tiempo a ver la tele. He comprobado que provoca un aumento considerable de calorías en el organismo.

Comentarios

  1. Tenés toda la razón, ver tele mucho tiempo engorda. Pero es tan lindo ver un buen programa mientras comés algo!!! jajajaja!!!


    Gracias por visitarme y me alegro que te hayas reído, esa es la intención.

    BESOTES HERMOSA Y BUENA SEMANA

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  2. La etapa del crecimiento ha de ser como la etapa de la formación. Dicen que la formación y el crecimiento, en teoría, no se detienen. Y es cierto, aunque ya estoy en forma.

    En forma redonda... y creciente.

    Pero creo que todo mejorará con un poco de orden.

    Una orden de tacos, para llevar, por favor. Ya casi es hora de mi programa favorito.

    Pelusa, no se vale hacer leer esto a un estómago desprevenido....

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  3. Querida Pelusa: estoy impresionada de todo lo que te comías... ¡qué barbaridad, en particular, el ataque dulcísimo de la leche condensada! Pero como en gustos se rompen géneros, confieso que mi mayor lujo al ver la televisión era comerme un limón chupado con una mezcla de sal y azúcar... sólo de pensarlo, babeo. He disfrutado mucho tu análisis sobre la tele y tus vivencias de infancia, te mando un abrazotote fuerte con la promesa de que por acá, nos estaremos encontrando.

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  4. ¿Son recuerdos o nostalgia?
    Maya

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  5. yo también recuerdo mis sesiones frente a la tele, a mi me encantaba la tele, sin embargo aqui no la veo tanto debido al trabajo los quehaceres etc, mis meriendas eran pan con quesito crema y tampoco me podía faltar la leche condensada, con malta o sola, mi madre me la tenía que esconder, porque era mi perdición, hasta ahora me dura, no lo puedo evitar, saludos

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  6. No pelusa pero que dieta !!!

    que bueno que le bajaste porque te me ibas a infartar !!!

    no lo vas a creer pero se me antojó probar la mayonesa con azucar... y eso que no me gusta el azúcar

    la mayonesa me encanta... la hago yo mismo, sabes? y me queda magnífica

    sabes a mí que me mata?... la mantequilla de cacahuate (maní) con mermelada de fresa (frutilla) o con plátano (banana)... mmmmmmh... con un buen café o un vaso de leche ... menos mal que hago ejercicio o sería un super gordo

    Perdón por tardarme tanto en venir, mi vida es algo complicada, uno de estos días lo tengo que contar o reviento

    pero seguiré aquí

    Besos

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  7. Hola Stanley: Es lo que digo justamente. La solución está en no ver programas!
    Linda semana!

    Ivanius pensante: Yo he tenido que lucharlo, pero siempre ando más bien creciente… Nunca he logrado los 90-60-90 famosos! Qué se le va a hacer!
    La orden de tacos, para dos, por favor…
    Besos!

    Palomita de los azahares: Y eso era solo en la merienda! Los cubanos, no sé por qué razón (será el calor, digo yo), necesitamos comer muchísima azúcar, y también mucha harina… Por suerte, cuando visitamos otros lugares nos damos cuenta de que es un problema geográfico y, quizás, cultural…
    Mis respetos! Nunca he podido llevarme un limón directo a la boca sin terminar con los labios todos quemados!
    Otro abrazo para ti. Siempre serás bienvenida…

    Mayita querida: Un poco de cada cosa. Pero lo que motivó estos textos televisivos fue que un día me sorprendí diciendo: “A mi no me gusta ver la tele”, sin saber realmente en que se basaba la afirmación o si era simplemente una postura aprendida. Ahí fue cuando decidí investigar el tema y ya ves lo que salió! Claro que como mi mayor contacto con la tele tuvo lugar en la infancia, no quedaba más remedio que echar mano a las nostalgias.
    Te mando un beso y otro para F.

    Margarita mía: Te digo que el pan con quesito crema (Nela, ¿te acuerdas?) y la leche condensada eran mis constantes. Todas las semanas mi mamá tenía que poner a hervir varias latas de este néctar de dioses, porque me encantaba el fanguito!!! Hace años que no la pruebo, y mi pancita lo agradece, jejeje. Besos!

    Hola Mau! La dieta de los vencedores, jejeje… Mi salvación llegó con mi entrada a la secundaria y una incómoda y desconocida hasta ese momento afición a hacer ejercicios aeróbicos que me llevó a competencias nacionales incluso! Quién lo diría!
    La mayonesa no la mezcles con el azúcar, solo espolvoréasela por encima. Es mucho mas sabroso!
    La peligrosa mantequilla de maní la probé en Méx. en varias combinaciones, a cual mas calórica y sabrosa… Por suerte no llegó a cuajar la naciente adicción.
    Ven cuando puedas… siempre será un gusto recibirte!

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  8. Me hiciste acordarme de una sensación descrita por mi que mata de la risa a C. ES verdad que el famosos "punto de azucar" de ustedes dista mucho del de nosotros, pero hay unos dulces en paritcular que yo describo que "me dan angustia en la quijada" de tantísima azucar... a eso si nunca me acostumbré, y aunque he de confesar que lo que si pudo llegar a engancharme fue la malta con leche condensada, el conteo calórico me ganaba, y mi conciencia apelaba al buen juicio... ¡Ah! Nosotros somos practicantes de la tortilla de platanito maduro, mmmmm.

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  9. Jajaja! Marita, conociendonos como nos conoces, te imaginaras lo que sufre un cubanito cuando llega al Japon con sus 'dulces' de te verde amargos y con un ligerisimo punto de azucar...!
    La tortilla de platanitos no la vi por alla, pero si me endulzaba los desayunos con la deliciosa cajeta! Me recordaba un monton a mi fanguito...
    Ah! en la epoca del texto, yo no andaba pensando en las calorias... Dias felices aquellos!
    Besos azucarados!

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  10. Ahora descubro el origen de esta barriga que cargo gustoso conmigo.... ahora espero ansioso que la tecnologia futura nos traiga TV ligth

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  11. Lic: En cuanto la desarrollen y la pongan a la venta, avisa, por fa...
    Besos

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