Las telenovelas no siempre hacen perder el tiempo.

Ayer estuve hasta tarde viendo una novela japonesa en TV. La verdad, no es la primera vez que me siento a ver este tipo de programas. Cuando ya terminamos todos los deberes del dia, nos sentamos un rato frente a la tele -sin importar que este en pantalla-, en parte para refrescar de lecturas y estudios, en parte para tratar de entender este idioma tan dificil (y tambien un poco de ingles, porque para ser completamente honestos tengo que decir que se pasan un poco los japoneses en cuanto a gusto por el ingles se trata, poniendo todo tipo de peliculas y series televisivas -ninguna inglesa, todas americanas- y dandole muchos mas espacios a las lecciones de este idioma que a ninguna otra).
Pero, volviendo al tema, la telenovela de ayer era japonesa, aunque por la forma de vestir y los escenarios hubiera podido asegurar que era americana. El tema era clasico de punta a cabo: la muchacha pobre, objeto de burlas en la escuela por el resto de los estudiantes (mucho mas ricos que ella), enamorada en secreto de uno de los mas populares y bien posicionados partidos por el que suspiraban todas las demas niñitas ricas. El desarrollo, aristotelico hasta la medula, cuenta como el muchacho poco a poco se va dando cuenta de la existencia de ella hasta que finalmente -peleas con otro niñito bien por el medio- terminan en una relacion.
El vestuario era por completo occidental, ostentoso y con un exceso de joyas todo el tiempo en una exhibicion de mal gusto muy alejado de la tradicional cultura japonesa, uno de cuyos valores siempre ha sido la humildad. Lo mismo puedo contarles de los escenarios: mansiones con enormes habitaciones, piscinas, terrazas (ni asomo de la vanagloriada austeridad de las casas de te). Ninguno de los protagonistas iba en un auto menor a una limousina y todos sin excepcion ponian reparos antes de entrar a un cafe comun o al comprar aunque fuera un dulce en una tienda en plena calle.
Como les digo, clasico tema de telenovela -al menos en mi pais vimos varias lo mismo cubanas que brasileñas que seguian esta misma linea.
Lo unico raro -para mi- en todo esto era que la trama se desarrollaba en Japon, la escuela era muy parecida a la Universidad de Tokyo, las citas eran en los lugares mas populosos de la ciudad... Y lo considero raro porque hasta ahora Japon habia permanecido fuera de este tipo de diferencias sociales -por lo menos en apariencia. Todos crecian a la par, todos tenian casi el mismo poder adquisitivo... ¿Que paso entonces? De pronto aparece una telenovela para jovencitos donde plantean abiertamente este tipo de problemas, lo cual es una alerta enorme y me aterriza en una realidad muy diferente de la que creia vivir.
En mi experiencia, pasear por cualquier calle de cualquier ciudad japonesa (por alejada del centro que este) era como estar caminando dentro de una pelicula. Todas las personas van elegantemente vestidas, cada una de las piezas de ropa que traen puestas puede costar mas de lo que ganaba yo trabajando en Mexico un mes entero, y las bolsas que usan me costarian todo el salario de un año!! Si alguna diferencia palpable veia yo no era entre japoneses, sino entre japoneses y extranjeros. Pero parece que lo que uno alcanza a ver no reporta ni el minimo de lo que existe realmente.
En todo caso, dedicar mi tiempo a ver esta novelita con jovencitas chillonas y jovencitos groseros, hijitos de quien-sabe-que-apoderado que tienen todo el dinero del mundo en sus tarjetas de credito para gastar en cualquier tonteria, me dejo alguna enseñanza.
En las calles japonesas todos son diligentes y trabajadores, amables en extremo, sin importar la edad o el sexo, pero poco a poco se han ido contagiando con el resto del mundo y cada vez encuentras menos expresiones inteligentes. En TV aparecen cada vez mas "talentos" -asi les llaman- cuyas habilidades consisten en la medida exagerada de sus pechos o, como la que esta en el bombo ultimamente, en la capacidad de tragar diez platos de comida sin que su abdomen aumente ni un centimetro. Eso si, todos a la ultima moda y mientras mas raras y rebuscada sus combinaciones, mejor.
Siempre me he preguntado que hay detras de esos -cada vez mas frecuentes- ojitos maquillados con pestañas postizas y expresion perdida, que hay bajo esos cabellos de colores. Una posible respuesta habia sido "el vacio", pero ayer -gracias a esta telenovela que, lejos de hacerles ver al grupo generacional al que va dirigida que ese tipo de diferencias sociales no son para nada importantes y son, por el contrario, hasta execrables, provoca una especie de histeria colectiva cada vez que sus protagonistas aparecen en publico- pude ver que no, que no han logrado precisamente la maxima aspiracion de quienes buscan trascender esta existencia burda. Y no me gusto lo que vi.

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No obstante, vale la pena aclarar que, incluso con todo esto, en mi opinion los problemas a los que se enfrenta el comun de los japoneses -un estudiante, por ejemplo, puede hacer un trabajo a medio tiempo durante uno o dos meses y con lo que gane comprarse una computadora ultra moderna o pagarse un viaje de 15 dias o un mes a Europa- son mucho menores a los del resto del mundo.

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